Es sanador. Un espacio donde me encuentro conmigo misma y con la energía de un grupo que no conozco pero que sostiene.
Las clases duran el tiempo justo, sin sobreexigir. A la vez son desafiantes. Tienen un enfoque muy interesante, por la vía del aprendizaje y crecimiento.
Empecé a darme el lugar de conectar conmigo misma e intentar llevar una armonía día a día